Expresar (1982-1993)
Expresar fue una revista de corte artesanal, autogestiva, publicada en la ciudad de Córdoba entre 1983 y 1993 (tuvo dos etapas: 1983-1985; luego 1993), y llevada adelante en su idea inicial por Gonzalo Vaca Narvaja, poeta y periodista cordobés que debió exiliarse en México. El “proyecto Expresar” luego continuó a través de la publicación de otras revistas, dentro de la misma línea: la más consolidada de esas derivas fue la que llevaron adelante, casi una década después, el mismo Vaca Narvaja con otra poeta villamariense, Griselda Gómez, que se tituló Duendes de la Cañada. Luego publicaron algunas otras ediciones con otros nombres, en general respetando la misma base del diseño gráfico.
La revista nació en 1983 con el objetivo de dedicarse a difundir nuevas voces en el campo de la plástica, las letras y la música. El contexto, como recuerda su director, estaba teñido con “todo lo de la Dictadura intacto”. En ese momento "estaban los Servicios de Inteligencia trabajando activamente", y había aún represión social por el miedo arrastrado. En ese clima nació el proyecto como un espacio que pudiera hacerle honor a la denominación, en busca de nuevos espacios de difusión de arte.
Se trató de una revista gratuita, de aparición mensual, que publicó 10 números con una tirada (en principio) de 500 ejemplares. La información de las tapas desmiente un poco lo anterior, en varios sentidos: por un lado, los números más viejos dan cuenta de una periodicidad trimestral (ver números 5, 6 y 7), aunque en la sección de créditos aparece como objetivo un plan bimensual de salida. Por otro, los primeros tres números aparecen fechados en 1993, como continuación de la primera etapa. Quienes nos cedieron la colección supuestamente completa (Vaca Narvaja, Patricia Rozzi) no comentaron mucho sobre esto: ¿habrá sido, el "Cuadernillo 4", el primer número de la revista? No fue lo que nos transmitieron, pero no aparecen aún los primeros tres números de la primera época. Por otra parte, Vaca Narvaja cuenta que la revista era distribuida en lugares alternativos, lo más “under” de aquel entonces.
Quienes aparecen en los créditos son, en general, quienes siempre colaboraron con la revista; Vaca Narvaja recordó a otros protagonistas que quizás no aparecen tanto, pero que estuvieron allí (Jorge Rosenwald, por caso) haciendo de nexo entre quienes se habían formado en filosofía (como el mismo Vaca Narvaja, o Carlos Schilling, también integrante del grupo) y otros integrantes formados en bellas artes, en la Escuela Superior de Artes Lino Spilimbergo. Participaron entre 1983 y 1985, distintos autores y autoras: entre ellos, se puede mencionar a César León Vargas, María Teresa Andruetto, Jorge Cuello, Abel Peña, Juan Longhini, Sergio Schmucler (fundador y director de la revista La Intemperie en 2003, exiliado en México como Vaca Narvaja, que en el exilio llevó adelante otra revista, Gilgamesh, en la que participó también Gonzalo), Patricia Rozzi, entre tantos otros.
El grupo “madre” fue ese, que a partir del número 10 produjo una suerte de cisma y se dividió. Las razones fueron algunas disputas que comenzaron frente a la idea de Vaca Narvaja de “abrir” un poco la publicación, para distribuir tareas. Finalmente él abandonó el grupo, y existió la intención de continuar con el proyecto por parte de quienes quedaron, pero finalmente no se logró.
Uno de los aspectos que destaca el director en el repaso de la revista es el diseño, lo que lograron con los pocos recursos que tenían a disposición. Patricia Rozzi era quien estaba al frente de las tareas gráficas. Hoy, evidentemente, estos aspectos no se destacan al revisitar los números de la revista, pero sí queda el valor que, para Vaca Narvaja, tuvo aquel proyecto: el hecho de nuclear a mucha gente, incluidos muchos autores jóvenes; trabajó sobre la plástica, y sobre la dinámica de comentar (escribir) sobre obras visuales y literarias. Y también tuvo su impacto en el campo de la música, con muchos encuentros. “Una movida muy intensa, en esos años de incipiente democracia, aun con el aparato represivo muy presente”, tal como recuerda Vaca Narvaja.
Por otra parte, Duendes de la Cañada fue un proyecto llevado adelante en la misma ciudad de Córdoba y derivado de la revista Expresar, que, como se ve, continuó hasta el diseño de la publicación que le dio origen, casi una década después. Publicó dos números iniciales con un “anclaje” de subtítulo muy preciso, orientado a la singularidad urbana de la publicación (se detallaba a la revista como “revista de barrio Güemes y adyacencias”), y luego otros números que oficiaban casi como separatas, dedicados a entrevista a “personajes de Córdoba” (entre ellos, según recuerda Vaca Narvaja, tenía bastante peso el campo teatral, razón por la que allí aparecieron entrevistas a Paco Giménez, José Luis Arce, Cheté Cavagliato, entre otros. Todavía no hemos podido digitalizar algunos de esos números). Este proyecto derivado por llevado adelante por Vaca Narvaja y Gómez.
Diego Vigna
Directores o responsables de edición
Director: Gonzalo Vaca Narvaja
Tipo
Revista impresa
Fecha de publicación
1982 - 1993
Lugar de edición
Córdoba, Argentina
Vínculo con otras revistas