Igitur (1966-1968)
Igitur fue una revista literaria que publicó siete números entre 1966 y 1968 (dos de ellos en un solo volumen: 2/3 y 6/7), aunque el grupo que llevaba adelante el proyecto siguió funcionando hasta 1969. Según Carlos Culleré, fundador y director del proyecto, se trató de una revista “estrictamente poética”, más allá de que publicaban distintos géneros. De hecho, el llamativo subtítulo de la revista, que se sostuvo a lo largo de los siete números, era “Aportes para una poesía-poesía”, repetición que encontraba su fundamento en una “insistencia intencionada” (Culleré dixit) para marcar distancia con otras poéticas (la contestataria, por caso) sin que ello implicara negar otras posiciones. Para su director, en aquellos años de publicación de Igitur la poesía “ya estaba teñida de política” o banderías, posiciones contra las que pretendían ofrecer un quehacer poético “puro”. Pureza que no querían asociar a un purismo estético, de autopercepción superadora, sino a un deseo autonómico de separar el quehacer poético de las influencias del contexto social y político que los rodeaba.
El grupo inicial estuvo conformado por colaboradores muy jóvenes: Carlos Culleré, encargado del trabajo editorial, y Enrique Garaycochea (diseñador e ilustrador) fueron los fundadores. Luego participaron Graciela Culleré (prima de Carlos e hija de Jaime Culleré, quien fuera el primer doctor en sociología en Córdoba, exdecano de la antigua Facultad de Filosofía y Letras de la UNC), Yolanda Yedro, Eugenia Acosta, Ovidio Salvay, Lucy Figueroa y Américo Vallejo. La mayoría de los integrantes tenían entre 18 y 19 años y eran estudiantes universitarios, o amigos cercanos que no estudiaban pero se dedicaban a la lectura y la escritura. El origen del proyecto se sitúa en el nombre de la revista, que da indicios sobre el posicionamiento estético. Igitur muestra desde el significante un interés manifiesto por la gestación de las vanguardias del siglo XX y específicamente por el movimiento surrealista, a través de los poetas franceses más representativos de aquella época (fines del siglo XIX, primeras décadas del XX). El término remite al poema de Mallarmé que en latín significa “mientras tanto”, o “entre tanto”. El nombre ya se imponía como declaración de intenciones.
Tal declaración poética no invalidaba posicionamientos políticos de los integrantes, pero marcaba el terreno susceptible de ser ocupado: a mediados de los sesenta existía en Córdoba una huella ineludible, como fue la revista Pasado y presente, y ese era un espacio que ni atinaban a compartir.
Pese a la singularidad del diseño gráfico y a una búsqueda de impacto llamativa desde las tapas, Igitur no era una publicación de "lujo". Estaba más cerca de una revista artesanal que de un proyecto ambicioso, aunque eso no quitaba que debieran reunir recursos para ir a la imprenta. Para eso, llevaban adelante algunas acciones para solventar los gastos, como imprimir apuntes para las carreras de la Facultad de Filosofía y Humanidades.
En términos de vínculos con otras revistas, el grupo que realizaba la revista decía trabajar “contra Lugones”, tal como recordó Culleré en una entrevista, entre risas. La broma es ambigua, en el sentido de que no refiere sólo a la figura de Leopoldo Lugones y sus fricciones, sino a escribir contra la revista Lugones que se editaba en Córdoba. El “ir contra” estaba vinculado a pensar en las antípodas de una publicación como aquella, que ostentaba elegancia y representatividad. En Igitur no tenían la voluntad de hacerse conocer; no pretendían cobrar notoriedad ni posicionarse en el campo literario cordobés de la época. Sí pretendían decir con libertad lo que querían decir, partiendo de una perspectiva de rechazo de la moral dominante.
Para ampliar el recorrido de Igitur recomendamos leer la charla completa con su director.
Diego Vigna
Directores o responsables de edición
Director: Carlos A. Culleré. Subdirector: Enrique R. Garaycochea.
Tipo
Revista impresa
Fecha de publicación
1966 - 1968
Lugar de edición
Córdoba, Argentina
Vínculo con otras revistas