Impulso (1982-1983)
La revista Impulso surge en el período final de la dictadura a partir de la amistad entre Omar Pérez y Osvaldo Barbero –ambos a cargo de la dirección–, y tiene por modelo a la porteña Humor, aunque busca distanciarse en su versión local. La nota editorial del primer número señala la intención de renovar las prácticas del periodismo y abrir un canal de expresión, lo que en términos de programa se explica por corresponder con el momento de reflujo de la censura. En la revista sobresalen firmas que posteriormente tienen una importante trayectoria en el periodism, y las revistas literarias y culturales de Villa María: Alejandro Schmidt, Edith Vera, Normand Argarate, Gustavo Pablos, además de Sergio Dellamaggiore, Víctor Alves, Victoriano Godoy, Fidel Celiberto, Omar Toscano y Raúl José, también ilustradores como el mismo Pérez, Raúl Tolosa (alias Toul), Sergio Ponce y Alfredo Borghi.
La revista se sostenía a partir de auspicios de conocidos comercios de la ciudad, lo que alcanzaba a cubrir gastos de composición e impresión. Además, se sitúa en los comienzos de la trayectoria de Pérez en el humor gráfico, quien además publicó colaboraciones en las revistas Hortensia, El Diario local, Puntal y Río Revuelto. En la escuela de Bellas Artes, Pérez se reencuentra con Edith Vera –quien fue su maestra–, la que colabora con un suplemento impreso en tinta azul con breves noticias históricas –en una serie discontinua–, donde hilvana de manera sutil pasado-presente. El suplemento a cargo de Vera es un archivo que -como sus miniaturas poéticas- reserva una mirada, un vínculo con el espacio próximo y una aproximación a la historia a partir del detalle revelador. El primer número coincide con el aniversario 115 de la ciudad y Vera reúne una colección de noticias sobre la primavera, titulado “Villa María en septiembre”.
Impulso constituye un valioso testimonio de la recomposición de la cultura local en período final de la dictadura. Publicó diez números –con una periodicidad mensual– desde octubre de 1982 a mediados de 1983, cuando se retoma con intensidad la actividad política partidaria. La referencia de la revista porteña Humor resulta fundamental para entender el tipo de formación cultural que origina esta experiencia. La coexistencia del humor gráfico con contenidos políticos es un modo de vincularse con el presente conflictivo. El declive del régimen dictatorial posibilita la circulación de debates, lo que origina el “impulso” que da origen a la revista. Tanto la denominación, como las piezas de humor gráfico, expresan la inminencia del cambio de orden político, y la expectativa de un orden social que atienda ciertos problemas (el hambre, la desocupación, la pobreza, temas relevados en los informes de la sección “grandes flagelos de la humanidad”).
Los contenidos incluyen la cobertura del deporte local, entrevistas a los candidatos (el n° 6 publica una breve entrevista a Raúl Alfonsín en su visita de campaña), la presentación de importantes músicos en la ciudad y la provincia (Víctor Heredia en el Festival de Peñas, en un ciclo local Pedro y Pablo, luego Piero, también publica una nota sobre el festival de La Falda, con menciones a Raúl Porchetto, Spinetta Jade, Charly García, Juan Carlos Baglietto, Riff, Zas, Alejandro Lerner, entre otros). La reseña de novedades musicales, a cargo de Dellamaggiore, de libros y cine por Schmidt, exponen el mapa de los consumos culturales de la época.
Silvina Mercadal
Directores o responsables de edición
Directores: Osvaldo A. Barbero y Omar A. Pérez
Tipo
Revista impresa
Fecha de publicación
1982 - 1983
Lugar de edición
Villa María, Córdoba, Argentina
Vínculo con otras revistas

Números de esta publicación: